
Mi razón no puede parar los movimientos rítmicos que mis caderas ensayan, tan embriagada de tu aroma que soy incapaz de pensar y me muevo en la cama, rozando con mi cuerpo desnudo la calidez de las sábanas, como una gata en celo que necesita ser saciada.
El inicio de tu espalda que mis dedos tocaron aquella noche me ha convertido en un animal ansioso, con la excitación a flor de piel y la humedad persistente de mi sexo llamándote.
Ese instante me ha convertido en mujer.
7 comentarios:
Siempre me gustaron los gatos.
Esos bellos animales independientes, que vienen cuando quieren, y no cuando los llamas. Buscan el calor de tu cuerpo para que les acaricies entre ronroneos. Enigmáticos, son parte de la mitología y de la fantasía de muchos.
Y las gatas.
Besos.
Wow wow wow...
Brillante. Me gustaría saber que sienten los humanos al leer tu relato. Yo ya sé lo que sentimos los geranios.
Muy chulo el blog,los textos son geniales.Aqui te dejo el mio a ver si te gusta.Ahh!! tambien soy de Mallorca..
http://www.djencrisis.blogspot.com/
ser mujer es, definitivamente una maravilla, un abanico de oportunidades por descubrir...
Buenisima tu entrada, como siempre...
Besitos Galardiel
Ahí las mujeres, en mi modesto entender, sufrís (si puede llamarse así) una pequeña desventaja física, que no psíquica.
En esa espera el hombre, tan básico él, se sacia, quiero decir que se masturba y listo, no hay más. En cambio si las mujeres hacen lo mismo, lo que consiguen es ponerse aun mas "calientes", creo.....o no?
Besitos.
Me encanta tu forma de expresarte, siento que las mujeres cuando realmente encontramos a una hombre que nos haga sentir, eso tan especial, que llamamos, amor, pasion, deseo, es la sensacion mas bella, es como soñar despierta e imaginarte con el aunque no este a tu lado....
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